"Cada fracaso enseña al hombre algo que necesitaba aprender." Charles Dickens

jueves, 9 de enero de 2014

Españoles en el extranjero

España ha sido sometida a importantes movimientos migratorios durante largos años. 

Las sucesivas invasiones desde oriente y las procedentes del norte de África supusieron la llegada de nuevos pobladores hasta la Edad Media.
Con la expulsión de los judíos (1492), la de los moriscos (1609) y la colonización de América, se produjo un cambio de tendencia; a partir de este momento serán los movimientos de salida los que han condicionado de forma predominante la evolución de la población española.

Estatua dedicada al emigrante
(Provincia de Granada).

La independencia de los países americanos en el siglo XIX no significó la interrupción de los procesos emigratorios hacia ellos. En ese siglo se inició la Revolución Industrial en algunas regiones de España, y el cambio económico tuvo fuertes repercusiones sobre la población. Las ciudades se convirtieron en el centro de las actividades económicas, y en el campo empezó a sobrar mano de obra ante los cambios en los sistemas de cultivo y la mecanización de ciertas labores, por lo que los campesinos de las zonas rurales con escasos recursos y sobrepobladas empezó a abandonar sus lugares de origen, trasladándose a otras regiones de España o fuera de España. 

La mayoría de ellos se dirigieron a los países americanos principalmente a Cuba, México, Argentina y Uruguay. Estos flujos se mantuvieron con fuerza hasta la mitad del siglo XX aproximadamente.

A finales del siglo XIX se produjo una importante migración hacia Magreb, sobre todo hacia la actual Argelia; estos emigrantes salían principalmente de las provincias de Alicante, Muria y Almería.

Estatua dedicada a la emigración en Vigo.
Tras la Guerra Civil, los movimientos migratorios hacia las zonas urbanas no se detuvieron, pero al inicio del desarrollo económico a partir de los años cincuenta se produjo de nuevo una oleada de abandono de las zonas rurales. Pero ya no se dirigieron hacia el continente americano, sino que los nuevos países de acogida fueron los europeos, siendo Francia, Alemania, Suiza, Bélgica, Países Bajos y el Reino Unido los principales destinos de los españoles. 

Aproximadamente de desplazaron a estos países mas de dos millones de españoles (un millón de forma legal y más de un millón ilegal) entre 1959 y 1973.

A partir de 1973 y en principio motivada por la crisis del petróleo de ese mismo año, los movimientos de salida se interrumpieron. Por el contrario muchos españoles volvieron a su lugar de origen dado el empobrecimiento de la situación económica de estos. Por lo que la emigración paso a ser cosa del pasado.

Tras la entrada de España en la Unión Europea destacó un nuevo tipo de emigración, las llamadas migraciones golondrinas, es decir el desplazamiento temporal de las personas para trabajar en las campañas agrícolas en los lugares de destino.

Fuente: Periódico digital "Expansión"
Hoy en día, y como consecuencia de la actual crisis económica, el fenómeno de la emigración ha vuelto de nuevo a aparecer, siendo principalmente los jóvenes entre 30 y 34 años, los que emigran ante la falta de oferta laboral (Alrededor 300.000 jóvenes españoles formados han abandonado el país desde 2008  hasta el 2011). Los países preferentes para los españoles son Alemania y Reino Unido principalmente.

España está perdiendo población, los inmigrantes han dejado de venir de forma generalizada y cada vez son más los que se van, tanto extranjeros como españoles.

 El número de habitantes disminuyó en 118.238 personas durante la primera mitad de 2013 y, a 1 de julio de este año, se sitúa en 46.609.652 habitantes.

Desde 2010 la emigración española a otros países de la UE ha crecido a un ritmo más intenso que la de otros países del Sur de Europa también afectados por la crisis.

España ha pasado de ocupar el puesto 14º como emisor de emigrantes laborales al Reino Unido en 2010 al 2º en 2013, tan solo por detrás de Polonia.

El pasado diciembre, las estadísticas del INE, nos informaban que se habían ido de España durante el segundo semestre del 2013, 259.227 personas y habían venido 134.312. La diferencia entre uno y otro ofrece un saldo migratorio negativo: 124.915 habitantes menos para nuestros registros.

Las cifras del INE no confirmaron la existencia de una huida masiva de ciudadanos españoles. De los 259.227 que habían emigrado, 39.690 eran españoles (26.281 nacidos en España y 13.409 nacidos en el extranjero pero nacionalizados españoles) y 219.537, la gran mayoría, eran foráneos.

Fuente: Oficina de Estadísticas de Alemania.
Respecto a la emigración de los españoles, durante la primera mitad de 2013 aumentó el flujo en un 26,3% respecto al semestre anterior. 

Pero solo dos de cada tres españoles que emigran son nacidos en España, el resto se trata de inmigrantes que regresan a su país de origen con sus hijos nacidos en España y son mayoritariamente de Ecuador, Colombia, Venezuela y Argentina.

Las comunidades autónomas, por su parte, siguen perdiendo población. Sólo crece la población, y muy poco además, en Baleares, Canarias, Murcia y Ceuta.

Os dejo aquí testimonios de jóvenes recogidos por el periódico nacional “El Pais” que han tenido que salir de España para encontrar trabajo.

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