El sistema de servidumbre establecido en Rusia fue creado con el fin de garantizar el valor económico de las propiedades agrarias en el campo ruso, y estaba destinado en primer lugar a impedir legalmente que los campesinos pudiesen desplazarse libremente por el territorio ruso o emigrar. La economía rusa se basaba casi por completo y durante muchos siglos en la agricultura, la ganadería y la riqueza forestal. Hasta el siglo XVI la mayoría del campesinado había sido libre, aunque gozaba de escasa consideración social.
Alexis I de Rusia |
La servidumbre fue reglamentada específicamente
en el año 1649 por el zar Alexis I de Rusia tras
ocurrir varios casos en los cuales los campesinos se fugaban de las extensas
fincas de los aristócratas. Las nuevas leyes de 1649 establecieron la servidumbre sobre la gran mayoría del
territorio ruso, sobre todo en las tierras más fértiles, obligando en la
práctica a que todos los campesinos quedasen sujetos a algún terrateniente; también se
estableció que los campesinos rusos y sus descendientes, quedaban obligados a
permanecer a perpetuidad en las fincas de los terratenientes, prohibiéndose que
los campesinos salieran de ellas. Como consecuencia legal, los aristócratas
mantenían su derecho de vender las tierras conjuntamente con los campesinos que
vivieran allí.
Desde 1659 la huida de un siervo era considerada un delito grave, y el censo ruso de 1719, ordenado por Pedro el Grande, mostró que en esas fechas ya el 80% de campesinos rusos eran siervos.
Mientras muchas naciones europeas abolían el sistema
feudal de la servidumbre, Rusia convertía aun mas personas en siervos. Los
siervos eran gente sin derechos, relegada al último estrato de la sociedad. Lo
único que los diferenciaba de los esclavos era la protección que sus amos
estaban obligados a brindarles, de acuerdo con las normas feudales.
Los siervos desaparecieron en Inglaterra durante el Medievo, pero continuaron existiendo en muchos países del continente europeo. Francia abolió la servidumbre con la revolución de 1789; en Austria y Hungría duró hasta 1848; Rusia llegó en último lugar, y liberó por fin a sus siervos en 1861.
En 1816,
1817 y 1819 la servidumbre fue abolida en Estland, Curlandia y Livonia,
respectivamente. Sin embargo, toda la tierra quedó en manos nobles.
La
nobleza era demasiado débil para oponerse a la emancipación de los siervos. En
1820 una quinta parte de los siervos estaban hipotecados, la mitad para el
1842. En 1859, un tercio de las fincas de nobles y dos tercios de sus siervos
estaban hipotecados a los bancos nobles o del Estado. La nobleza también se vio
debilitada por la dispersión de sus tierras, la falta de la primogenitura y la
alta rotación y la movilidad de la finca a finca.
Alejandro II de Rusia |
En 1861 todos
los siervos fueron liberados en una gran reforma agraria, impulsada por el
temor expresado por el zar Alejandro II de que "es mejor liberar a los
campesinos desde arriba" que esperar hasta que ganaron su libertad por
levantamientos "desde abajo". La
servidumbre fue abolida en 1861, pero su abolición se logró en términos
desfavorables para los campesinos y sirvió para incrementar las presiones
revolucionarias. Entre 1864-1871 la servidumbre fue abolida en Georgia.
El
decreto (ukase) de emancipación permitió a los campesinos la desvinculación jurídica de sus señores y el trabajo de los campos que antes laboreaban como
vasallos. Los lotes de tierra procedentes del reparto, no obstante, debían ser
pagados por esos campesinos junto con la redención de sus antiguas obligaciones
feudales. La nobleza recibió el importe total del costo de manos del Estado
mediante bonos por un monto equivalente al 90% de la tasación de las tierras
enajenadas. Éstas fueron sobrevaloradas, lo que condujo a que el colono
adquiriese caras las fincas que supuestamente ahora le pertenecían a costa de
su endeudamiento. Texto. Discurso del
zar Alejandro II sobre la abolición de la servidumbre. 28 de marzo de 1861
Económicamente la abolición de la servidumbre tuvo
repercusiones desfavorables, debido a una serie de circunstancias:
-Las tierras recibidas por los campesinos fueron
inferiores (un 13% menos) a las que trabajaban antes de la emancipación.
-Hubieron de pagarse al Estado en el plazo de 49 años. La
recaudación se realizó a través del tradicional Mir (comunidad aldeana). El
campesinado, transformado en deudor del Estado, no pudo abandonar el Mir, con
lo se vio obligado a permanecer vinculado a sus aldeas y campos, sin posibilidad
de libertad práctica. Ello derivó en revueltas (1905 y 1917) cuando se
produjeron malas cosechas.
-La permanencia obligatoria en el mir (para hacer frente
a los pagos) y la consecuente retención de la población en el agro, entorpeció
el desarrollo industrial: Rusia, continuó siendo un país eminentemente rural.
-La abolición de la servidumbre no se tradujo en un
aumento de la productividad, necesaria para satisfacer las demandas básicas de
una población en crecimiento. Tampoco impidió que, indirectamente, parte de la
riqueza obtenida se destinase a la financiación de la industrialización del
país, especialmente centrada en la construcción del ferrocarril bajo capital
extranjero. Ello incrementó la pobreza del campesinado y alentó el descontento
social.
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